jueves, enero 05, 2006

LA DECISIÓN AMERICANA DE VENDER LOS F-16, A CHILE

A CONTINUACIÓN SE RELATA TODOS LOS PORMENORES QUE RODEARON LA DECISIÓN NORTEAMERICANA DE VENDER LOS CAZAS F-16 A LA NACIÓN CHILENA.

PRIMERA PARTE (113649312557179366)
El Coronel Cameron "Cam" Hall, de la USAF, estaba comprensiblemente nervioso al entrar al Edificio del Departamento de Estado, de camino a su puesto en el gabinete del Secretario de Estado Adjunto para Asuntos Político-Militares. Hacía nada más que 3 días que se desempeñaba como Oficial Militar Adjunto en la oficina del Departamento de Estado que tiene a su cargo la supervisión de la mayoría de cuestiones políticas y diplomáticas que tienen conexión militar directa o indirecta, incluida la venta de artículos de defensa militar de los EE.UU. a clientes internacionales, los programas de desminado humanitario, y las operaciones de seguridad y mantenimiento de la paz. Una vez que traspuso la puerta y se colocó en la fila del puesto de control de seguridad, Cam recordó la reunión que había tenido dos días antes con su nuevo jefe, Richard Enron, renombrado abogado de Texas, quien había resultado muy útil durante la campaña de Bush para las elecciones de noviembre de 2000. Richard Enron había sido confirmado recientemente por el Senado y estaba ansioso por causar una buena impresión al Secretario Powell y a todos sus amigos de la Casa Blanca.
"Cam", dijo el Secretario, "he recibido mis primeras directivas desde arriba y necesito tu ayuda para obtener algunas respuestas rápidamente. Como piloto de caza de los F-16, me parece que eres la persona indicada para hacerse cargo de este asunto. Como sabes, desde el 11 de septiembre la Casa Blanca tiene la mira puesta constantemente en la guerra contra el terrorismo. Pero el Secretario Powell está mirando un poco más allá en el tiempo y ve algunos puntos espinosos a los que habría que prestarle atención inmediata para asegurarnos de que el gobierno no quede mal parado. Uno de esos puntos es la decisión del Presidente de vender aeronaves caza avanzadas a países latinoamericanos, específicamente los cazas F-16 a Chile. Sé que hace años que ésta es una cuestión controvertida, incluso desde los primeros tiempos de la administración Clinton. También estoy al tanto de que el 13 de junio de 2001, el Pentágono – específicamente la Agencia de Cooperación en Seguridad de la Defensa (Defense Security Cooperation Agency, DSCA)—notificó oficialmente al Congreso sobre la intención del Presidente de vender aeronaves a Chile.[i][i] El equipo de la Casa Blanca está tratando de rápidamente brindar información actualizada al Presidente sobre cuestiones y decisiones que fueron postergadas a raíz de la guerra contra el terrorismo –decisiones que todavía podrían ponerlo en aprietos más adelante.
[i][i] Defense Security Cooperation Agency, Transmisión No 01-03, 13 Junio 2001, "Chile – Venta de Aviones F-16C/D Block 50+ y KC-135A."
Y agregó: "El Secretario Powell me ha pedido que opere como interlocutor del Departamento en la venta de los F-16 a Chile y que le dé al Presidente un informe actualizado de los antecedentes la semana próxima en Camp David. No necesito recordarte cuánto le interesa al Presidente Bush la relación con América latina, así que tenemos que hacer esto bien. Lo que necesito de ti es bien simple: prepara un trabajo en el que se detalle una breve reseña sobre la cuestión, una síntesis de quiénes están a favor de la venta, quiénes en contra, y un análisis de cada una de las posiciones. Haz lo mejor que puedas en el corto tiempo que tenemos. Por lo que sé del asunto, estamos hablando de dos decisiones diferentes pero relacionadas. Primero, según entiendo, el Presidente Clinton tomó una primera decisión en 1997 de permitir que la industria aeroespacial estadounidense competiera en el proceso de compra de aviones caza por parte de Chile –con la intención de vender un caza estadounidense si ganábamos la licitación. Durante más de tres años competimos con varios países hasta que, recientemente, el gobierno chileno anunció su preferencia por el F-16 de la Lockheed Martin. El Presidente Bush, en general respaldó la decisión de Clinton al notificar al Congreso en junio de este año sobre su intención de venderle los F-16 a Chile. Pero entiendo que hay varios individuos y grupos que ven muy mal este acuerdo. Quiero que el Presidente sepa quiénes se alegraron y a quiénes les molestó su decisión de reiniciar las actividades en el mercado de armas avanzadas en Latinoamérica."
El Secretario sonrió y con su más fuerte acento texano dijo: "Cam, éste es un asunto importante para mí. No quiero ser un tigre de papel en esta organización; yo sé que lo puedes hacer. Por favor, ponme al tanto en tres días."Dicho esto, se estrecharon las manos y Cam salió de la oficina un poco aturdido con el temible encargo, pero entusiasmado con la perspectiva de trabajar en un tema con tanta visibilidad y a tan alto nivel.
Después de la primera reunión con su jefe, Cam se puso a reflexionar sobre la situación en que se hallaba. Había pasado la mayor parte de su carrera volando aviones jet, sin preocuparse demasiado por los matices políticos o diplomáticos de su profesión. Afortunadamente, acababa de pasar un año en el Naval War College donde había aprendido más sobre las complejidades de las interacciones entre las fuerzas diplomática, política y militar, y el profundo efecto de las mismas sobre las realidades de la implementación de la política internacional de los EE.UU. Se acordaba particularmente de los comentarios de sus profesores de la Escuela de Guerra que, en viajes de carácter académico a Chile, habían sido acosados por los funcionarios del gobierno chileno sobre el estado de la venta de los F-16. Si bien no era un tema candente en los EE.UU., sí era noticia de primera página en gran parte de Sudamérica. Como buen piloto de F-16, Cam sabía que numerosos aliados de EE.UU. habían comprado diferentes versiones del F-16 para utilizar en sus propias fuerzas o estaban interesados en comprar el avión que él consideraba el mejor caza disponible en el mercado –incluso al costo de US$35 millones por aeronave.[i][ii] Cam había detectado el grado de ansiedad justificado de su jefe con respecto a ese asunto. Él sabía bien que la venta relativamente pequeña de 10-12 aviones a un aliado cercano de los EE.UU. tenía posibilidades de crear una enorme tensión en la comunidad internacional

[i][ii] Aviation Week, "It Was the Right Jet at the Right Time: the F-16, Amazingly, Very Much Still Is" (Era la Aeronave Correcta en el Momento Correcto: el F-16, Sorprendentemente, Aún lo Es en Muchas Formas), Junio 200, disponible en: < http://www.aviationnow.com/> [consultada el 21 Nov 2001].
Cam conversó con sus colegas del Departamento de Estado sobre cuál sería su próximo paso a seguir. Sugirieron que comenzara su investigación con Janet Rios, ex miembro del gabinete de la Casa Blanca y ahora lobista del Comité de Acción Política de Lockheed Martín, ubicado en Crystal City con un consorcio de contratistas de defensa. Ella había trabajado en la Casa Blanca durante los años de Clinton. También le sugirieron que hablara con Bill Garza, miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado a cargo de la supervisión de las ventas militares al exterior. Garza llevaba 15 años en la Comisión y entendía el tema mejor que nadie en el Congreso. Siguiendo esos consejos, Cam programó reuniones seguidas con Janet y Bill para esa tarde en Crystal City y en Capitol Hill, respectivamente. Cam vació la bandeja de entrada de su correo electrónico y respondió todos los mensajes antes de su reunión en un restaurante de Crystal City. Bajó del tren de la línea amarilla en la parada de Crystal City del Metro y se apuró en llegar a la Parrilla Southern Cone donde se encontró con Janet en una mesa del rincón. Después de una breve introducción, Cam llevó rápidamente la conversación al tema en cuestión: "Janet, te agradezco por este tiempo que me dedicas, así que seré breve: ¿Podrías por favor brindarme información sobre la postura de la administración Clinton respecto de la venta de los F-16 a Chile? ¿Qué decisiones tomó Clinton y sobre qué bases?," y siguió: "Vista desde afuera, parece una decisión simple y directa, pero ¿cómo es que el proceso prolongó tanto y el tema se tornó tan controvertido?"
En tono condescendiente, aunque amistoso, Janet levantó la mirada y le sonrió al Coronel de la Fuerza Aérea. "Nunca hubo nada simple y directo en la venta de aviones de guerra a Chile", dijo Janet. "Cuando se supo sobre el asunto en 1997, en la Casa Blanca pensábamos que estábamos haciendo lo correcto al permitir que la industria aeroespacial estadounidense compitiera en la licitación por los cazas para Chile. Después resultó que habíamos subestimado groseramente la resistencia que encontraríamos a la vuelta de la esquina. De la noche a la mañana, muchos de nuestros tradicionales aliados se habían convertido en adversarios y gran parte de nuestros adversarios comenzaron a respaldarnos. Éste fue un caso verdadero en que la política puso las buenas relaciones en entre dicho."
C O N T I N U A

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